City Pop, Nostalgia de un tiempo que no existe

En la soledad de la pandemia y con las miles de recomendaciones de música del algoritmo de Youtube, y el bombardeo de inmediatez de Tik Tok, fragmentos de canciones japonesas antiguas, empezaron a meterse en la cotidianidad de muchos jóvenes de la generación Z. 

Son canciones tan frescas como un verano, aquel verano donde conociste a tu primer amor, en el carro que te parecía el mejor en ese tiempo, era el verano eterno. 

Excepto que tal tiempo nunca paso, o quizá no como lo descrito.

El city pop es una reminiscencia de todo aquello, de un tiempo no vivido, de amores por llegar, del día soñado en la playa, el amor de verano, el amor de medianoche, y cualquier otro tipo de amor. 

Manejando por la playa, en verano, mientras suena una canción.

Probablemente la mejor forma de describir al City Pop son los recuerdos idealizados, la nostalgia.

Al escucharlo, se captan imágenes de una ciudad imaginaria, luces neón, resplandecientes y largas, eternas, noches que serán recordadas por siempre, días de ensueño y en la playa, con amigos y con amor, juventud. 

Sonidos nostálgicos, con reverberación, teclados de ensueño y vocales propias de alguna best girl de tu anime preferido. 

Es explicable el surgimiento Del City Pop en un momento como este, en un lugar como este, en esta cultura occidental del siglo xxi. En pleno aislamiento, cultura líquida, encuentros sin importancia, enclaustramiento, ansiedad, depresión y todos las taras que a diario escuchamos en Tik Tok.

Y es gracioso que evoque momentos tan ensoñados, mientras que por otra parte, el City Pop es una interpretación de lo anhelado desde nuestro día día en el siglo XXI, anclados al celular, con ansiedad social, pasando más tiempo escogiendo que ver, que viendo alguna película, yendo a la universidad desde internet, consumiendo internet en todo lado, City Pop vendría a ser un escape a un mundo como pensamos que sería en algún momento, mientras veías esos animes viejos en las tardes luego de volver del colegio.

Subete un rato a la nostalgia de recuerdos falsos, y dale play.